SEDUCIR PARA VENDER : LA PUESTA EN ESCENA
La comunicación es la herramienta fundamental en el marketing tiene algo de teatro , los personajes que captan nuestra atención , nos mantienen pegados a la butaca si la obra es buena .Una buena obra necesita de una buena puesta en escena donde nuestro discurso esté contenido en el decorado.
La comunicación necesita de soportes visuales y sonoros para dar fuerza al discurso , el todo es más que la suma de sus partes , el que olvida esta premisa duerme al patio de butacas globalizado.
El contenido y el continente se soportan entre si dando fuerza al actor principal , los simbolismos al servicio de la exaltación del producto hace que el mensaje sea percibido de manera emocional , nada es casual cuando hay una cámara , la luz , las sombras, los colores, las siglas , los logotipos , el sonido, el atril , todos estos elementos tienen sus propios códigos y mensajes.
El escenario marca la identidad visual la cual se funde con el producto, se asocian las imágenes con el mensaje , es la puesta en escena , la chaqueta , la corbata con o sin ella , el maletín o la mochila sport, el medallón , son meras puestas en escena simbólicas .
Es la estetización inexorable de nuestras vidas de la cual participamos activamente ,el marketing no es ajena al nuevo paradigma de nuestros tiempos, seduce para vender , es el elemento espectáculo , el golpe de efecto, las herramientas al servicio del marketing , es el postureo social / media el tótem de la imagen el cual cada vez cobra mayor relevancia social.
Nietzche sostenía que una estética de la existencia suponía un ejercicio de creatividad permanente al servicio de la conquista superficial. El consumidor busca experiencias estéticas para ser seducido e hipnotizado y el marketing lo sabe.
Los antiguos griegos ya lo tenían claro en la puesta en escena , su máxima era crear un momento mágico de transformación del tedio de lo cotidiano a lo grandioso , envolviendo al espectador haciéndole que se identificara con el personaje principal hasta el punto de sentirse implicado en sus acciones.